viernes, 16 de marzo de 2012

Entrevista a la exmarinera Elena Campo

 
Elena Campo, exmarinera de la promoción 2002-03, es la diseñadora del logotipo del 50 aniversario, así como del programa de todas las actividades y del marcalibros que como recuerdo de este acontecimiento se ha publicado. Es también la diseñadora que realizó la nueva imagen corporativa que estrenamos hace unos años del instituto con el nuevo logotipo y todas sus adaptaciones (señalética, cartas, documentos, etc.) CLICA AQUÍ para leer más.

martes, 29 de noviembre de 2011

Entrevista a María Pardo Fanlo


¡Viento en popa a toda vela! ¡Saludos a todos, queridos marineros!

En primer lugar, me presento: mi nombre es María Pardo Fanlo y me animo a escribiros este mensaje tras bucear en mis recuerdos. Mis vivencias en el Instituto comenzaron en el año 1996, primera promoción de LOGSE. Algunos ya han hablado de ello: ¡qué vergüenza pasábamos cuando nos tocaba enfrentarnos a esos mayores que parecían gigantes y tanto miedo nos infundían! Cruzar “el fumadero” se convertía en la antesala de la casa del terror...: “Que nadie me deje el últimooooo”.

Fueron pasando los años y poco a poco nos íbamos haciendo al abordaje. Así llegó la semana azul de Murcia, aquella primavera del 2000. ¡Cuánto dio de sí! Qué buenos recuerdos en aquel camping de interminables paseos, el “Pont Aeri”, las múltiples actividades y el buen rollo con los monitores, las bromas y premios improvisados, los bailes en el Cayo Coco, etc.

Cuando por fin conseguimos “capitanear” el navío en 2º de Bachillerato, aquel curso inolvidable del 2001/2002, Rumanía arrasó. Sí, Rumanía. Se llevó a cabo la estupenda idea de Lola en aquel proyecto de convivencia: cómo olvidar la clase toda decorada con murciélagos y los fluorescentes con papel charol amarillo, rojo y azul; cómo no recordar la ginkana, vestidos todos del mismo color y con el vehículo portátil a cuestas por toda Jaca. Cómo ignorar nuestra actuación musical. Y cómo no añadir el picnic que organizamos en medio de las pistas, en el que participamos todos los de la clase. Qué recuerdos. Qué broche de oro a nuestro paso por el Instituto. Cuánto nos costó olvidarlo. Y cuántas veces lo recordamos cuando nos juntamos.

Pues bien, si en un primer momento me atraía más el bajel pirata, a partir de Bachillerato me fui convirtiendo en exploradora de las Humanidades y como me gustó tanto esa navegación, tras estudiar los cinco años de Filología Hispánica, me preparé las oposiciones y me hice profesora. No os podéis imaginar qué extraña sensación te acoge cuando agarras el timón por primera vez. Y la de recuerdos intermitentes que se presentan ante tus ojos al ver a los alumnos repetir, a su modo, anécdotas que protagonizaste tú en otra época.

Como podéis comprender, marineros, desde el momento en el que me hice almirante, entiendo de una manera diferente a todos mis profesores. Teniendo en cuenta mi elección, es evidente la huella que el Departamento de Lengua, al completo, dejó en mí: desde los primeros cursos con Don José, a la determinante influencia de Concha y Nieves. Y aunque no me diera clase, la parte genética, que también cuenta, con Carmenchu como representante familiar en el Miral.

Todos ellos y otros muchos me dejaron algo: por los contenidos de sus materias, por su interés y, también a veces, por su entusiasmo. Creo, además, que salí muy bien formada tanto en las asignaturas en las que seguí profundizando como en aquellas que dejé apartadas y guardo un recuerdo estupendo de Don Felipe y de Antonio Core. No puedo olvidarme de la profesora de Latín, María Luisa, y la entrañable relación que todos establecimos con ella y su materia.

Por otro lado, quiero aprovechar la ocasión para mandar un saludo a todos aquellos compañeros y amigos que hicieron de esos años los más felices de mi vida. Gracias. Agradecimiento destacado para mis amigas, con las que compartí tantos y tantos recuerdos. Entre ellas, y de manera muy especial, Pilar, por muchos motivos y porque hicimos codo con codo el Bachillerato: esas horas de convivencia dentro y fuera de las aulas siempre me acompañarán.

Y eso es todo, marineros. Ahora continúo mi viaje a la deriva. Aún tengo mucho por explorar. Espero encontrarme con grumetes como vosotros, dispuestos a llegar a buen puerto y a mantener el barco a flote, y así conseguir que toda la tripulación permanezca a salvo y poder disfrutar al máximo de este periplo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Entrevista a Félix García



Dragut : hoy me gustaría presentaros a un alumno del Instituto que está viviendo una experiencia diferente. Se trata de Félix García, alumno de 2º de ESO que se ha ido este año a cursar sus estudios a Oloron Ste. Marie, en Francia.

D. Hola Félix ¿Cómo se te ocurrió irte a estudiar a Francia?
F. En primero me apunté al Programa plurilingüe y me empezó a gustar cada vez más el francés, así que como mi hermana Celia había estado dos años, me anime yo también.

D. ¿Dónde estudias?
F. En el colegio Saint Joseph, en Oloron. Estamos unos cuatrocientos alumnos y hay un pequeño internado con aproximadamente 40 internos de los cuales 30 somos españoles.

D. ¿Todos sois de Jaca?
F. No, hay de Jaca, de Broto, de Sallent de Gállego, de Huesca, de Zaragoza…

D. ¿Te lo pasas bien en el internado?
F. Si, es muy divertido. Hay habitaciones separadas para chicos y chicas y a cada grupo nos cuida un surveillant. El de los chicos es muy majo. Nos levantamos a las 6,40 h., hacemos nuestra habitación, nos lavamos y nos vestimos. Bajamos a desayunar a las 7,15 y empezamos las clases alas 8.

D. ¿Cómo se organiza el horario el resto del día?
F. A mitad de la mañana tenemos un recreo de 15 minutos y a las 12 paramos a comer. Casi todos los alumnos comen en la cantina del colegio (tenemos que hacer turnos por cada clase porque el comedor no es muy grande) porque a la 1,25 empezamos las clases de la tarde hasta las 4,35, con otro recreo de 15 minutos. A las 5 todos los internos y algunos franceses tenemos 2 horas de estudio hasta las siete que es la hora de cenar. Después tenemos tiempo libre hasta las 8,40 que subimos al internado a ducharnos y acostarnos. Los Martes y Jueves nos dejan estar un rato en los ordenadores y subimos un poco más tarde.

D. Por lo que me cuentas, hay más horas lectivas que en España.
F. Sí, pero algunas de ellas las dedicamos al estudio. Además, los Miércoles por la tarde no hay clase.

D. ¿Ahora estas de vacaciones?
F. Sí, porque cada seis o siete semanas tenemos 12 o 15 días de vacaciones.

D. ¿Qué tal con tus nuevos compañeros y profesores?
F. Bien. Los profesores nos ayudan bastante a los españoles y los compañeros son majos aunque hasta que no aprenda un poco más de francés me cuesta comunicarme con ellos.

D. ¿Qué cosas te sorprenden o te llaman la atención de tu nuevo colegio?
F. La educación. Cuando entra un profesor en clase nos ponemos todos de pie. Los profesores son más estrictos y los alumnos mucho más respetuosos. A los profesores les hablamos siempre de usted.
También es habitual escribir con pluma: lo recomiendan los profesores y la empleamos la mayoría de los alumnos.
En algunas asignaturas no llevamos libro y en otras lo tenemos pero trabajamos poco con él, trabajamos más con apuntes del profesor.

D. ¿Qué más diferencias notas con España?
F. Las clases son mucho más numerosas. La mayoría de las clases tienen aproximadamente 30 alumnos. Además, la enseñanza secundaria termina en tercero con un examen estatal y el bachiller son 3 años.

D. ¿Echas de menos a tu familia y a tus amigos?
F. Si, algunos ratos sí. En los recreos echo de menos algunas veces a mis amigos y otros momentos a mi familia. Pero me consuelo pensando en el fin de semana. Venimos los viernes a las seis o seis y media y nos vamos los Lunes a las 6,40.

D. Para finalizar Félix, ¿me recomendarías la experiencia?.
F. Si, sin ninguna duda. Aprendes un idioma, conoces a otra gente y otras costumbres, aprendes a convivir y maduras (es difícil vivir sin tus padres solucionándote los problemas todo el tiempo).

D. Muchas gracias Félix, esperamos que el año que viene vuelvas a estar en el Domingo Miral .

lunes, 17 de octubre de 2011

Entrevista a Javier Belío


Nunca imaginé que viajaría a Canadá estando aún en el instituto y he de decir que me arrepiento de haber necesitado pensármelo durante un día, no sé porqué me lo pensé tanto, pero ha valido la pena.
Todo comenzó como un día normal... pero no todos los días vas a ver a la directora, algo sucedía y quién nos iba a decir que la oportunidad de salir de Europa nos esperaba en el otro lado de la puerta. El Gobierno de Aragón ofrecía al IES Domingo Miral dos becas a dos alumnos de 4ºESO como valoración hacia la labor bilingüe del instituto, pero dejémonos de tantos antecedentes y voy a responder por lo que me preguntáis en vuestro mensaje:

1.- ¿Qué pensaste cuando te dieron la noticia de que te daban una beca para viajar a Canadá? ¿Te lo tuviste que pensar mucho?

He de decir que la situación al principio se me hizo grande, volar en un avión a un continente diferente, en el otro lado del charco, esas preocupaciones fueron las que hicieron debatirme en la duda y necesité un día para pensármelo, creo que eso es lo único de lo que me arrepiento. Tuve que rellenar un montón de papeleo, que me llegó a cansar pero sabía que valdría la pena y no me equivocaba.
Finalmente el día 5 de septiembre, ese día que no olvidaré, comenzó la verdadera aventura. Salimos de Madrid dirección a París a las nueve de la mañana, pero la suerte siempre nos ha acompañado y en París lo que iba a ser una espera de hora y media se convirtió en una de nueve horas, horrible.

2.- ¿Qué diferencias encontraste entre Canadá y España? ¿Dónde y cómo te acogieron? ¿Qué aspecto tenía Canadá?
La primera diferencia que aprecié al llegar, aparte de los husos horarios (6 horas menos que España) son las dichosas aduanas, allí tienes que rellenar un formulario y declarar porque vienes al país, no recuerdo que me llegaron a preguntar, sólo sé que estaba muy cansado y que lo que quería era ir a dormir, pero por lo menos, ya estaba en Canadá. Con tanto retraso llegamos muy tarde y nos quedamos a dormir en un hotel, y al día siguiente nos llevaron a las familias. La familia era muy simpática, también vivía en la misma casa un estudiante extranjero de China, lo que aumento la interculturalidad y por si fuese poco a los dos día vino otro chino a la casa…
La familia fue muy simpática, eso sí marcaron ciertas reglas a las que hubo que abstenerse, los chinos hacían té casi todos los días y toda la familia nos reuníamos a tomar té original de China, no los que venden en bolsitas.
En Canadá lo habitual es vivir en casas aisladas con amplios jardines, además también es común que tengan habitaciones por debajo del nivel del suelo, y he de decir que realmente hacía frío. La temperatura durante la estancia en general fue buena, excepto los últimos días que hicieron 6ºC, pero lo mejor era que ellos decían que esto era normal, que en invierno hacían -30ºC. Había días que comenzaban con niebla y por lo que me dijeron había ocasiones en las que no veías ni tu propia mano.

Las cenas solían ser a las 18:00, pero no entiendo para qué cenar tan pronto si luego se iban a dormir a las 23:00.

3.- ¿Cómo encontraste tu nuevo instituto? ¿Qué asignaturas dabas? ¿Cómo eran tus profesores? ¿Qué aspectos te parecieron curiosos ahí?

El primer día en el colegio fue muy largo, había que habituarse a los horarios, pero lo primero era ir a ver al consejero que se encargaba de ayudarte en la elección de asignaturas, porque en Canadá lo común es elegir cuatro asignaturas y hacer estas todos los días durante un semestre, elegí inglés, física, química y matemáticas, sin embargo, a los dos día cambié inglés –que venía a ser lengua, analizar textos…- y química por informática y drama, pues la cuestión era probar algo nuevo que no pudiera hacer en España. Aparte de esas cuatro horas de clase había otra llamada MSIP (Multi-subject instructional period) era una hora en que el profesor de la materia anterior acababa la clase y el resto de la clase era para hacer deberes o generalmente hablar. A las 11:30h se comía en el instituto, la comida consistía en un pequeño sándwich de jamón y queso, un yogur, fruta, pero no gran cosa.
El instituto en el que estuve era según los profesores pequeño, otra diferencia con España es que cada profesor tiene su clase y son los alumnos los que van a ella y otra diferencia los laboratorios de física y de química eran completamente diferentes a los de aquí, estanterías llenas de cosas que vete tú a saber para qué eran. Siguiendo con las diferencias es muy común ver banderas de Canadá en casi todas las puertas de las casas y también ponen el himno todos los días en el colegio y por ignorancia nuestra el primer día los españoles no nos levantamos no hace falta mencionar la cara con la que nos miraron.

4.- ¿Cómo se llamaba el municipio dónde permaneciste en Canadá? ¿Cómo era?

La ciudad en la que estaba se llamaba Carleton Place y el río que pasaba por allí era nada más y nada menos que el río Misisipi. Carleton Place era una ciudad vieja con edificios emblemáticos y antiguos generalmente de madera, pero tenía paisajes hermosos. En cada esquina veías ardillas correr por los jardines. La ciudad era grande porque evidentemente, si todas las casas eran individuales una tras otra y en su conjunto ocupaban mucho espacio.


5.- ¿Qué actividades realizaste en tu estancia en Canadá? ¿Qué lugares visitaste?

En Canadá visité un parque de animales llamado Parctirolinas, que para que os hagáis una idea, eran de lado a lado del instituto, también he ido a las Cataratas del Niágara, Toronto, la torre CN de Toronto, la universidad, China Town, y lo mejor, estuvimos en un hotel en el que las habitaciones daban a un estadio de rugby, y precisamente estaban jugando un partido. También he ido al Parlamento de Ottawa, que alberga una gran historia, visité el centro médico en el que trabajaba la madre, fui a coger manzanas y de compras a Kingston en el que había tiendas de ropa de todas las marcas que conocemos en España (nike, adidas, l’evis, puma…) pero más baratas,  incluso fuimos a un circuito de carreras.


6.- ¿Cómo te resultó la hora de volver a España? ¿Y la despedida, cómo fue? ¿Volverías?
 Finamente los días pasaban y llegaron los últimos, para despedirnos nos hicieron galletas a Silvia, Teresa y a mí –los españoles que estábamos en el colegio-, también nos escribieron en una tarjeta mensajes de despedida, fue un regalo y una muestra afectiva que nunca se olvidará.
Volvimos a España, donde nos esperaba la rutina, todo lo que habíamos dejado atrás durante un mes y que implicaba el fin de nuestras vacaciones pagadas y como no, estuvimos cuatro horas en París.
Y lo dicho, no me arrepiento de haber ido, ha sido genial y desde aquí recomiendo a todos que se vayan a otros países porque la verdadera forma de aprender un idioma es ir al país en que lo hablan, eso sí, un mes no da para mucho y si tuviera la oportunidad de volver, volvería esta vez sin dudarlo, porque todos me han dicho que si vuelvo, que les pase a saludarles.

domingo, 16 de octubre de 2011

Entrevista a Blanca Bescós



Hola Blanca. Somos John el Rojo y Jack Barbosa, de Piratas de Guante Blanco. Nos hemos enterado que te han fichado en el Club Atletismo Huesca y que has participado en las competiciones de atletismo en Barcelona

¿Cuánto tiempo llevas como atleta?
Pues como atleta llevo, mm.. desde más o menos 4º de primaria. Osea que este año estoy comenzando mi 6º año como atleta.

¿Es duro compatibilizar los estudios con los entrenamientos?
Si os soy sincera, soy un poco vagoneta y no entreno mucho, pero suelo tener la ''suerte'' de llegar a algunas competiciones y quedar 3ª, 4ª e incluso 2ª sin apenas haber entrenado. Por lo tanto, compatibilizarlo con los estudios no me es muy difícil.

¿Qué tal la experiencia en la competición de Barcelona?
La experiencia fue increíble, había muy buen rollo y nos lo pasamos todos genial.


¿De dónde venían el resto de atletas?
Pues había gente de La Comunidad Valenciana, de Cataluña y luego había grupos de Aragón, como el Scorpio(Zaragoza) el Hinaco(Monzón) y el Zoiti(Huesca)

¿Cuál ha sido la mayor experiencia que has tenido como atleta?
La mayor experiencia que he tenido ha sido esta, la de poder ir a Barcelona. Estar rodeado de tanta gente. Tener tantas ganas de superación, ver como la gente te ánima.. Pff, fue una experiencia genial, que sin duda, volvería a repetir.

¿Qué tal en el Club Atletismo Huesca?
En el Club Atletismo Huesca, aunque no fuera la única que iba de Jaca, he estado super a gusto, he conocido a un montón de chicas majísimas y que son increíbles.

¿Cuál es tu ídolo del deporte?
Ya que yo soy velocista, voy a nombrar a el campeón olímpico y mundial de 100m y 200m: USAIN BOLT, un jamaicano de 25 años. En 100m lisos, consiguió en 2009 un tiempo de: 9,58 s y también en 2009 batió un récord en 200m con un tiempo de 19,19 s.

¿Cuál crees que es tu punto fuerte como atleta?
¿Mi punto fuerte? Pues la velocidad y la potencia de salto. Lo que llevo fatal es la resistencia...



¿Qué tal la relación con los componentes del equipo?
La relación genial, había un buen rollo impresionante.



jueves, 29 de septiembre de 2011

Entrevista al exmarinero Diego Piedrafita



¿En qué años estudiaste en el Domingo Miral? (No recuerdo ninguna de las dos fechas, así que nada que decir)

¿Qué mejores recuerdos tienes del instituto? Los dos primeros años en 1º y 2º de ESO, donde me pasaba los recreos junto a la reja del patio turnándome con los amigos para poder jugar al juego de la serpiente de un móvil Nokia sin color y viejo ya en aquellos años (así que imaginar ahora). Los dos recreos al día durante dos años haciendo lo mismo, pero lo bien que nos lo pasamos.
También recuero que el primer año mi clase ganó el concurso de villancicos y nos dieron una caja enorme llena de cosas sabrosas que, aun suponiéndose que era para ir repartiéndonos a lo largo de los recreos, no nos duró ni los diez minutos de justo después de llegar a clase.

Virtudes pedagógicas ¿Cuáles fueron tus tres mejores profesores y por qué, qué cualidades tenían?
Mª Luisa López, profesora de Latín y Griego. Porque fuimos dos años muy poquitos en clase y llegamos a conectar mucho con ella, además de que las clases se hacían amenas mientras traducíamos sin parar (y las historias eran interesantes).

Katia Torrent, aprendí todo con ella los años que me dio clase, tengo excelentes recuerdos suyos y era en una palabra: Encantadora.

Nieves Portas, algo dura y con un "pronto" un tanto malo que la hacía saltar mucho, pero una profesora simplemente excelente. (Además no puedo decir nada malo de ella que me la encuentro últimamente cada dos por tres por Jaca y no conviente quedar mal ;P).

Carencias pedagógicas ¿Qué defectos tenían los peores? Como no se pueden decir nombres me quedaré con las ganas (lástima...), así que simplemente diré que es una profesora que llegó nueva dándome una asignatura que venía de otros años y donde antes no salía del 6 o 7 empecé a sacar 1 y 0... No es por nada, pero no creo que me volviera tan tonto de un año para otro. Profesora insoportable, con ninguna gana de enseñar, clases soporíferas y mortales, una tortura...

¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas? Ocurrió hace unos meses cuando me encontré a la profesora de la que he hablado antes en el peor momento y justo en el lugar más inesperado: En el mismo hotel lejos de Jaca, a la misma hora del desayuno y en la mesa de al lado (y más tarde vería que puerta con puerta). La tensión podía cortarse con un cuchillo (aunque los cruasanes estaban realmente buenos).

Todo lo que quieras contar Pasé muy buenos momentos en ese instituto... pero citando al Sr. Lobo (Harvey Keitel en la película "Pulp Ficction"): "Bien, pero no nos chupemos las pollas todavía".

Seamos sinceros... ese instituto fue el lugar al que por nada del mundo volvería jamás, de no ser por unos pocos profesores y un puñado de compañeros el resto de lo que allí había más se asemejaban (siguiendo el ejemplo del barco y los marineros) a ratas que pasaban los años atacándose entre ellas por la superioridad de la "manada". En ese lugar de infierno parecía que si no atacabas a alguien más débil que tú no eras nadie y sufrirías las consecuencias. Fui mordisqueado en ese barco infestado de ratas durante siete años y me vi obligado a vivir a base de "ajo y agua" (a joderde y aguantarse), puesto que a los señores Almirantes jamás les dio la gana de enfrentarse realmente al problema puesto que, según ellos, mientras no me tocaran un pelo y no fueran más que palabras, nada podían hacer.

Un barco bien construído donde corres el riesgo de ser devorado por ratas gigantes si no te unes a su juego; el mejor día de toda mi estancia fue aquél en que cogí un bote de remos y me fui tan rápido como dejé de ser un marinero...

martes, 8 de marzo de 2011

Entrevista al exmarinero Ricardo Sánchez García


Hola, piratas:
Con algo de retraso, os envío las respuestas a vuestro cuestionario sobre mis 4 años de marinero en el Domingo Miral; en la cubierta y bodegas de este galeón aprendí no sólo de los sucesivos capitanes y oficiales, sino también de otros marineros y grumetes, aunque son siempre los encuentros con bucaneros y corsarios los que, con grave riesgo de naufragio o abordaje, ofrecen las mejores oportunidades de botín para un auténtico pirata.
Un saludo.
Ricardo.

1- ¿En qué años estudiaste en el Domingo Miral?
1987/88 - 1990/91

2- ¿Qué mejores recuerdos tienes del instituto?
Los recreos con los amigos (creo recordar que teníamos cierta tendencia a alargar el tiempo de recreo en el Astún jugando a los dados, o al sol cuando hacía bueno); el viaje de estudios de 3º de BUP también tuvo su interés, y las correspondientes fiestas cada sábado en el London para recaudar fondos; lo mejor, sin duda, algunas amistades que todavía mantengo.

3- Virtudes pedagógicas ¿Cuáles fueron tus tres mejores profesores y por qué,
qué cualidades tenían?
Marisa Bailo en Historia 3º BUP y COU: a pesar de sus peculiaridades y de no ser de trato fácil, a mí particularmente me gustaban mucho sus clases, y con ella mejoré mucho la capacidad de analizar y resumir la información.
Alejandro Calvo en Geografía de 2º: todavía recuerdo frases suyas como “saber algo es: 1/ conocerlo 2/ comprenderlo y 3/ aplicarlo; insistía mucho en la importancia de acostumbrarse a aprender, no tanto en la memorización de los contenidos.
Miguel Ángel Laborda en inglés de 3º: guardo también un buen recuerdo, no por sus clases sino por las proyecciones semanales de películas que nos dejó organizar a unos cuantos amigos (y eso que no iba nadie, aparte de los organizadores, supongo que elegíamos películas un tanto raras para el público en general)

4- Carencias pedagógicas ¿Qué defectos tenían los peores?
Recuerdo que el primer año tuve una profesora de inglés (afortunadamente no recuerdo su nombre, y tampoco es cosa de hacer aquí una caricatura de su aspecto físico para tratar de identificarla) que sabía claramente muy poquito inglés. En general, lo peor de los peores era su falta de capacidad para atraer nuestra atención, despertar nuestra curiosidad, enseñarnos a trabajar en equipo, proponer metas difíciles pero ilusionantes… Ya sé que todo eso debe traerlo el alumno de casa, pero también los profesores, por edad, experiencia y los recursos pedagógicos y vocación educativa que se les suponen, deben agitar la mente de sus jóvenes alumnos: no sólo enseñarles, sino conseguir que aprendan también por sí mismos.

5- ¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
En 3º de BUP conseguimos hacernos por anticipado con un examen de Matemáticas: una alumna simuló un desmayo mientras otro compañero sustrajo hábilmente la hoja con las preguntas, se las pasamos al mejor alumno de la clase en matemáticas para que lo resolviera, y dos días después hicimos el examen; recuerdo que en ese grupo éramos poco más de 10 alumnos, y lo sorprendente del caso es que 3 de ellos ¡suspendieron el examen! Yo me conformé con un sacar una buena nota, sin exageraciones para evitar complicaciones. Por cierto, aquí el profesor era Félix Ipiens Pelegrín, a quien no he incluido en el podium únicamente por mi falta de interés en su asignatura, ya que era muy buena persona, ponía mucho empeño en transmitir la materia y parecía incapaz de perder la paciencia.

6- ¿Qué haces y cómo te va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Me dedico a la enseñanza de tenis y pádel desde hace ya ¡15 años!, y la verdad es que estoy encantado. Estudié un tiempo en la universidad (económicas: no terminé), donde me sentí bien preparado en las asignaturas de letras y totalmente perdido en las de ciencias: ninguna sorpresa.

lunes, 7 de marzo de 2011

Entrevista al exmarinero Jorge Sebastián Ramos

Hola Piratas, llevo varios días siguiendo el blog y el “Facebú”, y pese a todo lo que he despotricado del insti no quisiera perder mi vinculación con el Domingo Miral, así que ahí va mi valoración sobre aquellos años. Acabé el instituto en 2007-2008 así que mis anécdotas son relativamente recientes… Os mando un saludo a todos. Pido disculpas por mencionar algún nombre propio, pero todas las alusiones son desde el cariño y el recuerdo.

1.-¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?

El mejor recuerdo sin duda alguna son de las clases de Alejandro Calvo, pobre hombre, ¡Qué paciencia tenía con nosotros! Recuerdo cuando tiró contra el suelo un bote de vaselina de una compañera, cuando partió el peine de otra que se pensaba que estaba en un salón de belleza, cuando le silbábamos de diferentes puntos de la clase mientras escribía en la pizarra, y se volvía loco, de sus maravillosos “formidables” y sus “ni que decir tiene…” y sobre todo del día que se dio una “formidable tozada” contra el mueble de la tele y casi nos mata a bufidos por reírnos. Aún me río a carcajadas después de aquello… (Sé que está mal, pero teníais que haberlo visto…).
Recuerdo el día que hicimos una huelga vete tú a saber por qué en los sillones de dirección toda la clase, o las clases de mates con Cristina Palacios, en el famoso “cajón” instalado en la grava del aparcamiento y que nos congelaba las ideas a primera hora. Recuerdo especialmente aquellos recreos en los que podíamos salir a almorzar fuera, o a Dante a por algo que tenías que haber comprado hace una semana…
Me acuerdo de aquel O’choben coordinado por Lola Lacambra y de las Jornadas que ponían el instituto “patas arriba”


2. ¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?Mi mejor profesor fue Jesús Ezquerra, con aquella asignatura de Psicología, puedo decir casi casi los temas que explicó. Me encantaba cómo explicaba el psicoanálisis, las películas de Hitchcock, su manera de tratarnos, su visión sobre la sociedad y el mundo, cuando nos leía su “Cuaderno de cosas bonitas” Muy bueno además de cómo profesor, como persona. Ahora me lo encuentro por Zaragoza casi todos los días y somos vecinos.
Recuerdo también a Katia Torrent con especial cariño y sus “Cállese oiga, cállese”.
Nieves Portas también muy buena, aunque reconozco que me costó pillarle el tranquillo, en segundo de bachiller y con su forma de entender la literatura me encantó. Maria Luisa López, de latín, muy buena como persona siempre nos trataba con mucho tacto, siempre mirando por el alumnado y luchando contra viento y marea, nos ayudó mucho a nivel afectivo a todos. Le mando un saludo especial.
Me acabo de dar cuenta que he nombrado a mil “profes” y ponía tres, lo siento!

3. ¿Qué defectos tenían los peores? De éstos no publicaremos nombres, no queremos provocar maremotos que alerten a las autoridades sobre nuestras actividades clandestinas... Lo sentimos.
Pues sí que tengo mal recuerdo de alguno, sí… por ejemplo cierta profesora de matemáticas peli-rosa no natural (que ya no está en el centro) afectada por algún tipo de trastorno de personalidad, y con rasgos esquizo-típicos, que nos desbarajustó a alumnos, padres y profesores… Recuerdo también a una profesora que por aquel entonces era nueva en el centro, que nos pilló en nuestro último año, que con su asignatura nos lo hizo pasar verdaderamente mal y nos dio grandes quebraderos de cabeza con sus audiciones. Sin embargo de todo se aprende, de los buenos y de lo malos, así que con ella aprendimos cómo no había que ser en la vida. También se lo agradecemos. Todo tiene su lado bueno.

4. ¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
¡Puffff…! MIL
A ver que resumo…
El día que intenté cambiar la pizarra de la biblioteca por la del “chalet churrigueresco” de la grava, porque no me gustaba la de la “biblio”, que no se borraba bien, una vergüenza vamos.... Siempre recodaré las palabras de Carmen Bello cuando me vio con una pizarra al hombro: “¿Quién te ha dado potestad a ti para hacer lo que estas haciendo?”.
El día que bajé al despacho de Orientación para decirle al señor orientador – José Luis Mur-, que sus test eran una “fatera” (y ahora resulta que los paso yo!).
El día que Javier Lafalla me invitó amablemente a abandonar el aula por contar el siguiente chiste a viva voz:
¿Sabéis que dice la Duquesa de Alba cuando se quita el sujetador?
- (Voz de Duquesa: Queee frioooo estáaa el suelo, hijoooo)
Me fui a reír al baño sin parar de llorar de la risa.
Otro día me cagué literalmente en la madre de una profesora y pensé que me iba a tener que cambiar de instituto, amigos, vida y emigrar a otro continente, pero la profesora, muy digna ella, solo se limitó a retirarme la palabra.
Muy buenas las clases de tecnología con Chus Ara; un compañero se depiló la pierna con silicona caliente, otro hacía carreras de lijadoras por la clase, otros se pegaban un dedo con otro con Loctite… y aún así ella nos tenía cariño.
Muy bueno también, el fingir ataques epilépticos y exorcismos en clase de religión.

5. ¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Yo empecé Educación Especial en la Universidad de Zaragoza, y espero acabar este año. En líneas generales me va bien, no tengo ninguna asignatura de otros años, así que hasta ahora contento.
Una vez te vas fuera, todo es un mundo nuevo, llevo de nuevos aprendizajes, gente por conocer, y miles de aventuras, de fiestas, y también de horas de estudio y bibliotecas, (Eso sí biblios sin pizarra) pero sobretodo vida independiente, que espabila mucho.
Ánimo a todos los que están por ahí, y que aprovechen su estancia por el instituto, y que no se agobien por los contratiempos, que pese a que hay veces que no se pasa muy bien, siempre hay buenas anécdotas que contar y buenos momentos. Si hay alguno que os toca las narices le contáis el chiste de la duquesa, a no ser que sea Lafalla…

Recuerdos a todos los que seguís por ahí.

Jorge

miércoles, 16 de febrero de 2011

Entrevista a la exmarinera Virginia Palacín


1.- ¿En qué años estudiaste en el Domingo Miral?
Si no me equivoco entre el 2003 y el 2009

2.- ¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Buff!, son muchos los buenos recuerdos que quedan del instituto (aunque cuando estaba allí pensé que no lo diría nunca, ojala pudiese volver) esas actuaciones de navidad,
los recreos haciendo el tonto, los torneos de baloncesto, futbol etc.. Todo son buenos recuerdos, pero nunca, nunca se me olvidara el día en el que Quique Muñoz y Alfredo Lacasa salieron bailando vestidos de los años 80, qué manera de gritar jajaja!!! Otra cosa que también recuerdo mucho son esas votaciones a delegado, que los profesores tratan que nos tomemos en serio pero en realidad es un cachondeo. Una cosa que en la universidad no podemos hacer es eso de pedir el ultimo día que nos cambien un examen (aprovecharos de eso porque aunque parezca que no esas oportunidades se acaban!!).



3.- Virtudes pedagógicas ¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?
Todos tenemos varias formas de seleccionar a los mejores profesores, por como son, de divertidos, y...digamos....menos gruñones, me quedo con Javi Cia (de Religión, del cual hace un montón que no se nada)
Lourdes Gracia (todavía no se como me aguantaba con lo mala que era en geografía) y con los de Educación Fisica, que los meto a todos en el mismo saco porque como esa asignatura era la mejor para mi siempre me he llevado muy bien con todos.
De los que mas he aprendido creo que son de Germán Tomás. Tengo totalmente claras las entalpías y esas cosas!! y como para no tenerlas!!)
Nieves Orosa, con sus charlas de biología, en las que tenias que estar atenta porque sino siempre te preguntaba algo y quedabas mal delante de todos!!
Cristina Palacios, que todavía no se como, consiguió que me empezasen a gustar las matemáticas, y mejor aun, que empezase a entenderlas.

4.- Carencias pedagógicas ¿Qué defectos tenían los peores?
Uno de los profesores que no me han llegado mucho a la hora de explicar es una profesora de inglés, sus métodos de enseñanza no eran los que mas me motivaban a estudiar ingles, pero no es, ni mucho menos que me pareciese mala persona o me cayese mal.

5.- ¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
Hemos tenido de todo, desde macetas rotas y narices sangrando por culpa de un partido de futbol con el borrador, hasta persianas que se caían solas, calabazas dentro de clase, Guillermo Blasco saboteando las elecciones a delegado, experimentos fallidos de química, el " Francés " ( ese señor que andaba por jaca ) dentro de la clase prefabricada mientras dábamos francés!, mochilas que cuando llegabas del recreo estaban dadas la vuelta, María Luisa Castillo, de música, haciendo el águila real por medio del aula.... ¡hay mil historietas para contar!

6.- ¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Yo estoy estudiando ciencias ambientales, una carrera totalmente de ciencias, damos matemáticas, biología, física, química, etc. No me pierdo en clase y las cosas básicas acostumbro a saberlas, no me siento estafada, me parece que mi preparación ha sido buena y espero que, para los futuros estudiantes, ¡no cambie!

martes, 25 de enero de 2011

Entrevista al exmarinero Juan Dumall Ipiens


Hola, me gusta esta idea que habéis tenido y es curioso leer las encuestas de otros excompañeros, asi que ahí va la mía.

¿En qué años estudiáste en el Domingo Miral?
Estudié desde 1996 hasta el 2000. Acabé la EGB entera pero entré ya a 3º de la ESO.

¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Principalmente lo bien que me lo pasaba y lo bien que vivía (y sacando buenas notas... jaja). Éramos un grupo cojonudo, principalmente en 1º y 2º de bachiller y había muy buen ambiente entre todos nosotros. Nos reíamos mucho. Mi grupo de amigos de aquella época sigue intacto 10 años después y mantengo el contacto con la gran mayoría de mis compañeros. Echo mucho de menos esos años....

Virtudes pedagógicas ¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían? Díficil elección pero me quedaré con:
Lola Lacambra, principalmente porque nos comprendía muy bien y era muy cercana a nosotros, y así conseguía que hubiera muy buen ambiente en clase y que estuviéramos muy a gusto, y eso siempre es importante.
Pilar Ferrer, porque aunque se desesperaba con nosotros (o hacíamos que se desesperada, no lo sé muy bien...jaja) creo que en el fondo nos quería... jaja. ahora en serio, creo que realmente se preocupaba mucho por sus alumnos y me parece muy buena profesora...

Por último, me voy a quedar con dos más, Concha Tovar y Nieves Porta. Concha me dio clase en 3º y 4º de la ESO y Nieves en 1º y 2º de bachiller, pero las dos hicieron que me encantara la lengua (a pesar de ser de ciencias de toda la vida...) y aún hoy me acuerde de las cosas como si fuera ayer.

Carencias pedagógicas ¿Qué defectos tenían los peores?
Había algunos que trataban a algunos alumnos de forma diferente (en algunos casos peor y en otros casos mejor) según de qué familia fueras o que hermanos mayores tuvieras... las típicas manías o enchufes... Otros no sabían explicar, otros iban a su bola y estaban totalmente al margen de los alumnos... Supongo que pasará lo mismo en cualquier instituto...

¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
Pues ahora mismo me viene a la cabeza un lunes que llegamos a clase y la calefacción estaba estropeada. Era enero y hacía un frío horrible, estábamos todos en clase con abrigos, guantes, bufandas...costaba hasta escribir. Estuvieron todo el día intentando arreglarlo y cuando por fin lo consiguieron, a media mañana más o menos, alguien ya había promovido una huelga porque "era una vergüenza, no había derecho a eso, etc etc". La mayoría se fueron simplemente para no ir a clase creo yo. Recuerdo que yo iba a 2º de bachiller y a última hora teníamos historia con Marisa Bailo (que lo estaba flipando) y estábamos en clase 4 ó 5 (ya con calefacción). Yo me quedé, no por ser un esquirol ni nada parecido (ni porque me gustara la historia...) si no porque creí que no tenía ningún sentido todo aquello. Al día siguiente, Germán Tomás fue clase por clase echando la típica bronquilla, pero evidentemente, la cosa no pasó de ahí.

¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Estudié Ingeniería Técnica Electrónica en Zaragoza, y en cuanto acabé estuve trabajando 2 años en una empresa de electrónica en Zaragoza. En ese momento les pilló la crisis de lleno y como había sido el último en entrar fui el primero en salir... así que sin saber muy bien ni cómo ni por qué acabé en Madrid trabajando en el sector ferroviario. Estuve de ingeniero de Calidad en una empresa del grupo CAF (muy contento) hasta que me pasaron a ACTREN (mantenimiento ferroviario) también en Madrid. Llevo ahí poco más de 2 meses...

En cuanto a la otra pregunta, yo creo que salí del instituto muy bien preparado. El primer año de carrera no tuve ningún problema con las matemáticas, física, dibujo técnico... no noté un gran cambio de dificultad (sí de exigencia). Además, a pesar de ser de ciencias, cuando me comparo con otros compañeros, veo que no tengo ninguna falta de ortografía, redacto bien... y supongo que algo de culpa la tendrán aquellos años...

Entrevista a la exmarinera Rebeca León del Bosque




Holaaaa!!!! Que tal, piratas??? Enhorabuena por este pedazo de sitio que os habéis hecho en el PC de muchos de los que hemos pasado por el Domingo Miral!!! La primera impresión que tuve al leer acerca de vosotros fue que os han mandado leer "Una sombra blanca" seguro!!! Y si no lo habéis leído os lo recomiendo, no como lectura obligada, claro esta!! Bueno, también os escribo para comentaros mi experiencia por esos "mares". Estudié desde el 95 hasta el 99, fuimos la primera promoción de la ESO y Bachillerato LOGSE!!!!! Mis recuerdos son sobre todo de las amistades que hice, que aun hoy duran y las que a lo mejor no tanto. También me encantó un viajecito a Grecia con Mª Luisa López (jubilada) y Mª Sol Mediavilla (se marchó a vivir a Madrid). Y como divertida, didáctica y buena persona, no hay otra como Lola Lacambra (le daréis recuerdos de mi parte???) Han pasado muchos años, pero recuerdo con cariño las clases de literatura con Concha Tovar, las de música, aunque la profe que tuve estuvo muy poco y ni me acuerdo de como se llamaba. Por cierto, hicimos una camiseta de fin de curso que aun debe de rondar por casa de mis padres en la que salen casi todos los profes caricaturizados!! Os mandaré fotos. Vosotros no habéis llegado "esto" a conocer "esto" de Marisa Bailo, "esto", no?? Ahí lo dejo, para que echéis el rato.... Como cotilleos, que de eso vamos servidos todos los años, había bastantes pero me parece de muy mal gusto ponerlos por escrito, jajaja, que el nombre se queda grabado!!!! Me gustaría que hicierais una mención especial a Antonio Core, un gran profesor, marido de una gran mujer y mejor profesora, muchos os lo agradeceríamos, por lo menos los que ya vamos camino de los 30 y empezamos a comportarnos como padres (que algunos ya lo somos...) También eran memorables las clases de Arte con A. J. Si queréis el nombre me lo pedís!! Su recuerdo no se me borrará en la vida, más que nada porque del temario para la selectividad se comió 3/4 partes, y las dos noches antes del examen las pasé sin dormir intentando memorizar cuadros y análisis por mi cuenta!!!! Gracias, A. J.!!!!!!! Dáis Filosofía??? Con Pilar Bonet?? Terrible!!! Menos mal que ME aprobó ella, que si no, aún sigo allí con vosotros!!! a ella también, Gracias Mª Pilar!!!!!!!
La verdad es que con respecto a la preparación que tuvimos, es algo un poco relativo, porque los que llegamos de la EGB, teníamos bastante más nivel que los que habéis ido por la ESO. Al acabar 8º y pasar al insti, 3º y 4º de ESO fueron pan comido, la dificultad está en los 2 años de bachillerato, que tampoco fue infernal. Yo nunca he sido una rata de biblioteca (con todo mi respeto hacia ellas, ojala mi hija lo sea.....) y acabé el insti en 4 años, nunca he repetido y tuve la nota sobrada para entrar en Magisterio. Eso si que no lo acabé, porque empecé a trabajar antes de acabar y hasta hoy así seguimos. Yo creo que la preparación con la que salimos del insti, colegio o guardería viene marcada desde arriba, no por los profesores (en el 90% de los casos) y el insti en el que estáis a mi me gusta bastante, o me gustaba, que no se como habrán ido las cosas... Si que tengo que deciros que me gustaba más sin alambrada, que por lo menos teníamos la liberad de irnos de vez en cuando al Astún, al latino o a la difunta Taberna, jaja!! Seguiré pendiente de vuestros abordajes, grumetes!!! Y un placer hablar con vosotros!!!!

Comentario de Marisol Mediavilla:
Permiso concedido, chicos;
Por cierto, sigo haciendo ( cuando el tiempo y la economía lo permiten) viajes a Grecia con mis alumnos...
Ya sabéis que las cosas están muy difíciles por allí; para recuerdo de muchos y para los que aún no han ido... os invito a ver este vídeo que he hecho sobre Atenas aprovechando la última canción de Aute que tantos recuerdos me trae....

martes, 18 de enero de 2011

Cuaderno de bitácora de Sara Escuer



Es domingo, 19 de diciembre de 2010. Diez años después de dejar atrás las aguas de este océano regreso momentáneamente a ellas para completar las páginas en blanco que quedan en este cuaderno que lleva una década durmiendo en un rincón de mi camarote. Veamos, tendré que hacer un esfuerzo por recordar... ¿Cómo empezó todo?

Sí, ya recuerdo. Mi andadura por este océano comenzó hace nada menos que quince años. Esto quiere decir que he vivido casi más años después de entrar a navegar por estos mares que antes. En momentos como éste es cuando uno se da cuenta de cómo pasa el tiempo...

Como decía, el desembarco se produjo en 1995. Por aquel entonces se implantaba por primera vez en el "Domingo Miral" la Enseñanza Secundaria Obligatoria, de modo que nuestra generación fuimos los "conejillos de indias" de tal experimento.

Como ocurre a todos los marineros en ese primer curso, pasamos de ser los mayores del colegio a ser los enanos del instituto. Como además éramos los primeros en cursar el nuevo plan de estudios, sentíamos (no porque fuera cierto, sino porque es así como nosotros creíamos que era), que todos los ojos se clavaban en nuestras espaldas por los pasillos.

Los años vividos por estos mares, ahora con el paso del tiempo, los recuerdo con gratitud y nostalgia. Es curioso cómo los años vividos cambian la perspectiva de las cosas. Lo que en un momento nos parece casi una tortura, años más tarde lo recordamos como una de las mejores experiencias que hemos vivido.

La navegación en este océano adquirió su momento de mayor esplendor durante el tiempo en que formé parte del equipo de redacción-maquetación del periódico O Choben. Durante ese curso casi podría decir que me trasladé a vivir al barco pirata. Casi todas las tardes las pasaba allí, con los compañeros redactores. Una de esas tardes leí en el tablón de anuncios las bases de un concurso literario para jóvenes que convocaba el Ayuntamiento de Monzón y decidí escribir algo. Como en casa no tenía ordenador pedí permiso a los almirantes para utilizar los de la sala de informática con el fin de maquetar allí el cuento que estaba escribiendo. Así que entre las clases, el trabajo en el periódico y la redacción del cuento, pasé más horas en el océano que en tierra paterna.

El esfuerzo mereció la pena. El número 7 de O Choben consiguió ver la luz el 13 de junio de 1997 después de un largo periodo de gestación. Ese año el equipo de trabajo era muy reducido, tanto tanto que terminamos sólo cuatro personas (dos profesores y dos alumnos). Quizá por eso el resultado fue aún más gratificante. Costó mucho esfuerzo, pero... ¡salió adelante!. El cuento titulado "En noches de luna clara" consiguió el segundo premio en el certamen "Mariano de Pano y Ruata" en Junio del mismo año.

Pero volvamos a la cubierta. Allí es donde compartíamos los mejores momentos entre la tripulación y los pasajeros. Puedo decir con total certeza que no guardo ningún mal recuerdo de ninguno de los almirantes. Todos me aportaron algo, de todos aprendí algo, no sólo de la materia que ellos enseñaban, sino también de educación en valores.

Recuerdo con especial gratitud la sonrisa cercana de Nieves Porta, la profesionalidad de Marisa Bailo, la pulcritud en las anotaciones en la pizarra de Nieves Orosa, la cordialidad de Javier Lafalla, la exigencia de Concha Lalana, las salidas al Paseo de la Cantera con Diego Muñoz-Cobo para ver las terrazas fluviales, la primera clase de inglés con Teresa Martín, en la que sólo la única frase que dijo en castellano fue: "Buenos días, me llamo Teresa y a partir de ahora hablaré en inglés". En ese instante el pánico invadió el aula...

Tampoco olvidaré las clases de "Historia en el campo de batalla" de Alejandro Calvo, así como las bromas que le gastábamos a veces, escribiendo caracteres árabes en la pizarra, de modo que cuando entraba y los veía mal escritos, empezaba a darnos una clase de Grafología... y así nos librábamos de una clase de Historia.

Memorable también la humildad de Antonio Core en el "Homenaje a Lorca" en junio de 1998, cuando tras finalizar la representación teatral salimos todos al escenario y llamamos a los profesores que habían participado en la preparación. Él no quiso salir, tampoco posó después en la foto. Sí que aceptó la rosa roja que habíamos comprado para los profes. Desde aquí para él, mi recuerdo.

Todos estos almirantes dejaron su huella en el cuaderno de ruta de muchos marineros, pero también lo hicieron los tripulantes encargados de otros servicios: José Luis y Conchita, los conserjes; el equipo encargado de la limpieza: Celia, Pili y Lydia (y las que llegaron después). ¿Qué habría sido de este viaje sin ellos?.

Para todos ellos, para todos con los que en algún momento de la navegación compartimos risas, juegos, bromas, decepciones, castigos, proyectos, ilusiones... Para los que están en estos mares y en otros, para los que se fueron para siempre...
¡GRACIAS!

Recordar el pasado es volver a vivir...


jueves, 23 de diciembre de 2010

Entrevista a la exmarinera Mª Jesús Soriano

¡Hola!
Soy Mª Jesús Soriano Blasco, he recibido noticias vuestras vía facebook, y he decidido responder al cuestionario para ex alumnos.

¿En qué años estudiaste en el Domingo Miral?
Estudié en el Domingo Miral entre los años 1997 y 2003, toda mi adolescencia, ni más ni menos.

¿Qué mejores recuerdos tienes del insti?
Los mejores recuerdos que tengo del instituto son muchos y variados, así que me resulta difícil resumirlos aquí. Pero bueno, compartiré alguno con vosotros:

Me gustaron mucho los campeonatos de baloncesto Sunny 3X3 que se organizaban en los recreos, fue una manera de pasar ese rato haciendo un deporte chulo (yo odiaba el aerobic y por aquel entonces era el rey de mis clases de Ed. Física) y era una manera de soltar adrenalina de verdad, de juntarte con los amigos y hacer buenas migas con gente con la que nunca interactuabas, los contrincantes.

Me gustó una recogida de juguetes que organizamos con Lola Lacambra; los chavales, unos porque les gustó la iniciativa, y otros porque daban puntos para las jornadas, la cuestión es que aquel año llenamos una decena de cajas de juguetes, que enviamos a la Cruz Roja, y alegraron las navidades de muchos niños sin recursos de Jaca.

Me encantó cuando tras años de peticiones infructuosas y presión a la dirección, se consiguió un espacio con un par de mesas, unas máquinas de refrescos y café, y el reparto de bocadillos del Horno Andrés.

Me gustaron las excursiones en plan senderista que hicimos al Arco de Telera en Piedrafita, la del Paso de Sarrios y otras salidas por los alrededores de Jaca.

Me gustó conocer gente con la que he compartido muchas cosas, muchos amigos que todavía conservo, profesores que admiro y con los que aun tengo trato; me gustó conocer las entrañas de aquel edificio (bajar al sótano, que nos dejasen subir a una sala que quedaba encima del escenario del salón de actos; las bambalinas del salón) me lo pasaba genial recorriendo esas estancias, por las tardes preparando cosas con los compañeros.

Esta pregunta no venía en el cuestionario, pero me ha parecido pertinente: ¿Qué cosas no te gustaban del instituto?
No me gustó cuando por culpa de cuatro bandarras nos prohibisteis quedarnos en las clases durante los recreos, a menos claro, que nevase o lloviese (como en Jaca no hace frío ni nada...); me hubiera gustado más si los profes también os hubieseis solidarizado y salido a la calle con nosotros, a tiritar, pero fue que no, allí dentro calentitos...

No me gustó cierta reacción cuando hubo unos días que se estropeó la calefacción y decidimos hacer huelga y no ir a clase para meter presión porque no era normal dar clase con el anorak puesto; y un día dando clase de Ed. Física en la pista de hielo, Quique Muñoz nos dijo en tono de sorna que porqué aquel día no nos habíamos picado clase, si en la pista de hielo hacía más frío que en el insti... madre mía, qué tendría que ver el tocino con la velocidad...

Virtudes pedagógicas ¿Cuáles fueron tus tres mejores profes y por qué, qué cualidades tenían?
Mi mejor profe y con diferencia, fue Mª Luisa López, la de latín. Comprensiva, inteligente y una magnífica docente. Me acuerdo de ver a toda la clase, bromeando, pero trabajando concienzudamente en las traducciones de Cesar, veo allí a los más pasotas de clase preguntando si tal era un acusativo o un genitivo y me parto de risa sola; sabía explicar, y comentaba noticias, ideas... nos ayudó a muchos a crear un pensamiento crítico. Personalmente me ayudó a ver que el bachillerato de Humanidades, que las Letras, no estaban en extinción real (profes y alumnos me dijeron más de una vez que estudiar mi carrera, Humanidades, era hacer tercero de bachiller, "mucho de ná y poco de tó", que valía más estudiar para ingeniero, científico o economista...); ella decía que no, que eran muy útiles, que no todo es ciencia y sociales; que si esta sociedad amueblara su cabezuca con contenidos humanistas a lo mejor nos iba un poquito mejor.

Y luego me gustaba ir a clase de Carmen Fanlo, Nieves Porta, Diego Muñoz-Cobo, Lola Lacambra (cuando no tiraba tizas para darnos sustos cuando estábamos en la inopia), una chica que se llamaba Teresa Genestar que nos dio Ed. Física y nos llevó a hacer escalada y canoa, Alejandro Calvo (contra todo pronóstico y aunque a veces hiciese cosas raras, me gustaban sus clases y aprendía mucho), don Felipe Sarasa, un gran hombre; y el orientador (Nota pirata: José Luis Mur) de cuyo nombre no me acuerdo, porque le pusimos un mote (que aquí no repetiré) que nos ayudó a muchos a encontrar nuestro camino. También me acuerdo mucho de las conserjes Pili y la otra que no me sale el nombre, pero que eran la mar de dicharacheras.

Carencias pedagógicas ¿Qué defectos tenían los peores?
Primero he de decir que no me gusta mucho esto de que podamos decir nombres de profes en las virtudes, pero en las carencias tenga que ser anónimo, simplemente porque cuando uno hace algo mal, no es consciente de la maldad de lo que hace, y si no decimos el pecado y el pecador, nunca ese profesor podrá hacer examen de conciencia y aprender de ello (además cuando un chaval ha sufrido una injusticia en el instituto, desea, aunque sea egoísta, que se sepa y se marque al culpable; sé que suena a rencor, pero hay gente muy marcada por experiencias negativas que desearía contarlo y que el corazón del profe o compañero se encogiese aunque fuese un poquito, de dolor y vergüenza, al saber que hicieron daño a otros )

Los defectos que yo he vivido en mis profes no han sido muchos, pero se pueden clasificar así:
Primero estaba el prototipo de profe que llegaba a clase sin ganas, soltaba lo que tocaba para el día en cuestión, y si te he visto no me acuerdo. Luego estaba el profe de los apuntes amarillos (que se renovaba más o menos entre glaciación y glaciación ) o el profe que si le quitabas el libro con las respuestas o sus notas, sabía explicar más bien poco del tema de la lección; el último prototipo era el profe-colega, que no te aportaba intelectualmente nada, era un amiguete, y eso no me gustaba . Yo no pedía presentaciones de power point, videos, o filigranas en las explicaciones. Solo ganas, ganas de trabajar, de enseñar, de renovarse, de crear un vínculo recíproco de compresión con el alumno, ya sé que los adolescentes somos difíciles, pero no somos casos perdidos, y yo sé de buenos profes que han despertado las ganas de aprender dormidas de alumnos vagos, pero también sé de otros que las han adormecido más.

Otra cosa que no me gustó nada fue oír (estaba presente mi misma mismidad) como a algún alumno que no le gustaba estudiar, pero que tenía otras potencialidades que podían enfocarse al plano de la formación profesional, se le decía que el que no terminaba la E.S.O. no iba a llegar a nada en la vida, que iba a fracasar... duro pero cierto. En vez de facilitarle el acceso a algo que le gustaba, se le presionaba para seguir allí, consiguiendo un pleno de suspensos año tras año, hasta que se le daba por perdido (y perdido estaba, ya que ahora no le interesaba ni el insti ni la formación alternativa, y le daban alergia las aulas y los libros)

¿Cuáles fueron las anécdotas más surrealistas?
Francamente, ahora no me acuerdo de ninguna en concreto.

¿Qué hacéis y cómo os va fuera de aquí? ¿Os sentís bien preparados o estafados?
Cuando salí del instituto me diplomé en Magisterio de Ed. Infantil, después me licencié en Humanidades. He estado trabajando con niños en parques infantiles, guarderías y colegios de Jaca y Pamplona. Ahora estoy en León, buscando trabajo y conociendo un poco mejor España, aunque fines de semana y vacaciones vuelvo a la montaña, que la ciudad cansa y vuelve a uno más arisco y huraño.

Cuando salí del instituto yo quedé un poco decepcionada, porque tanta compartimentación entre ciencias y letras hace que apreciemos la realidad parcialmente. Además, a veces se enfocaba la enseñanza sólo a aprobar exámenes y pruebas de selectividad, y el plano humano quedaba bastante desatendido. Luego descubrí que podía aprender en otros sitios, que tenía muchas fuentes a mi alcance, y así llegué donde estoy ahora mismo.